Ambos fiscales, José María Mena Álvarez y Carlos Jiménez Villarejo habían encubierto el asesinato de Javier Royuela Samit en el 93. Sin saberlo Alberto Royuela, pues todavía no había tenido acceso al fichero del fiscal Mena, resultó que el retorcido de Mena enviaba anónimos en nombre de Royuela a Carlos Jiménez Villarejo, culpándole de la muerte de su hijo, a la vez que amenazaba con matarlo y dejar paralítica a una hija.
ANÓNIMOS MENA A VILLAREJO ROYUELAANÓNIMOS OPERACIÓN ROYUELA VILLAREJO JRS